¿Y por qué lo considero una frontera? Básicamente porque es una clara escisión, y lo triste es que no sólo entre hombres y mujeres, sino también entre las propias mujeres, que históricamente, siempre nos hemos visto enfrentadas en la competencia por los varones.
Para los que no lo sepáis, el patriarcado supone la ya nombrada oposición entre el género masculino y el femenino, de forma que la mujer queda oprimida al dominio de los hombres en todo tipo de relaciones sociales, lenguaje etc. Y ¿qué es lo que conlleva más gravemente este sistema? el machismo
Por desgracia, ser hombre hoy en día, en
Quiero hablaros de la sociedad occidental, no quiero meterme en otras culturas porque creo que en ellas, es mucho más evidente, y porque siempre tendemos a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.
Empezando por los rasgos que típicamente nos asocian a las mujeres femeninas (no hace falta decir que cualquier mujer que no sea femenina será calificada de marimacho). Que conste que esto no me lo estoy inventando, que está basado en cuestionarios que todavía siguen utilizándose para medir feminidad:
- Dispuesta a ceder
- Deseosa de curar sentimientos heridos o consolar a los demás
- Ingenua
- Infantil
- Nos gustan los niños
- Dependiente
Frente a los rasgos que típicamente se asocian a los hombres masculinos:
- Con confianza en sí mismo
- Independiente
- Asertivo
- Razonable
- Con capacidad de mando
- Ambicioso
¿Qué más? ¡JUGUETES!
Cocinitas para ellas y caja de herramientas para ellos. Muñecas para ellas, juegos de piezas para ellos. Máquinas para hacer accesorios para ellas y juegos de laboratorios o de magia para ellos...
Otro ejemplo, ¿os habéis parado a reflexionar sobre los anuncios que vemos continuamente? Vamos, que la publicidad sexista existe! y ¿qué es? Aquí os dejo una demostración:
En todos estos anuncios nos convertimos en el cebo de los productos destinados a los hombres.
También nos convertimos:
En las eternas amas de casa.
En las destinatarias de los productos de limpieza.
En las estreñidas, las que tienen gases.
En las inútiles con las herramientas.
En las que necesitamos comer productos light.
En las que necesitamos continuamente mejorar nuestra apariencia con maquillaje, cremas, estereotipos de mujeres producto del photoshop.
En fin y así con todo. La pena es que esto, tengamos una personalidad independiente formada al margen de los estereotipos, cae en nuestro subconsciente y, al final, anhelamos cosas ajenas a nuestra naturaleza.
Esta forma de exponer este tema es muy visual, que va a lo evidente, a lo que no necesita más que un mero vistazo a nuestro alrededor para caer en ello. Pero detrás, hay una profunda corrupción arraigada a nuestras raíces, que hay que superar.
¿Cómo? Empezando por salir de todas las etiquetas posibles que pertenecen al género, alejarnos de los cuentos y dejar de ser esas "princesas" frustradas que esperan al hombre que nos rescatará de nuestra alta torre y por el que dejaremos toda nuestra vida y familia atrás porque "ay, con él es no me hace falta nada más".
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