sábado, 18 de enero de 2014

Amor ciego.

Bueno, vamos con un tema comprometido, el amor no responsable.

Cuando hablo de este tipo de amor, me refiero a las personas que aman, pero no lo hacen a alguien real. Personas que no han vencido su narcisismo, que la inexperiencia les nubla, que no saben que para conocer hay que amar y para amar hay que conocer, y que ésto no se hace de un día para otro ni surge tan rápido como creen.


  • ¿Qué es lo que separa la realidad de la fantasía? 


La idealización. Y, ¿qué es la idealización y qué nos motiva a hacer?
La idealización es la distorsión de la imagen de la persona que ocupa nuestro pensamiento. Obviamos lo negativo del otro, exageramos lo bueno, minimizamos los problemas. Todo esto nos lleva muchas veces a la decepción. 

Y aquí quiero centrar mi entrada, en la venda que es la idealización y la separación que nos supone con la realidad.

Para mí, la idealización no deja de ser una ideología en la medida en que, oculta la verdad, se nutre de una realidad diferente, nace de un proceso psicológico, de manera que puede hacernos incluso idolatrar a nuestro verdugo.

No culpabilizo a los que la sufren, porque todos hemos sido víctimas de ella, todos hemos anhelado lo que una vez creímos tener. Todos hemos pensado que todo ha cambiado, cuando en realidad lo que único que ha pasado es que hemos podido mirar objetivamente, dejando a un lado la embriaguez que supone a veces estar enamorándose.

Y es que hoy en día, en muchas parejas, el amor resiste mucho más de lo que dura porque se alimenta de esta ilusoria distorsión. 







No hay que conformarse con los retales de un instante de pasión, sino vivir en la continua demostración de amar. Vivir la verdad de hoy y no la embriaguez de ayer. Superar esa frontera.


...


"Quizás el amor verdadero sólo ocurre cuando te das cuenta de que una realidad imperfecta te hace más feliz que la más perfecta de las fantasías"



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