Se trata de un convoy que recorre México de sur a norte, llegando a Estados Unidos. Muchos se sirven de este tren para poder llegar a conseguir el sueño americano... o a descubrir el infierno.
Su función principal es el transporte de materias primas como aceites, arenas, carbón, madera... pero muchos emigrantes se suben al techo de los vagones de este tren para buscar un futuro mejor.
¿Cómo lo hacen?
En el momento en el que aparece se lanzan a la carrera trepando hasta llegar al techo, y entonces comienza la pesadilla. "Este tren sega vidas, corta pies o manos. Los cuerpos muchas veces ni se recogen. A bordo hay atracos, violaciones, secuestros. No sólo en él sino en los alrededores de su paso". explica Isabel Muñoz, famosa fotógrafa que decidió unirse a este viaje para poder plasmar la gran dureza del recorrido.
Muchas veces estos inmigrantes son asaltados por policías y repatriados a sus países de origen.
Según el Instituto Nacional de Migración mexicano cada año suman unas 1300 personas entre los muertos y mutilados en el intento por alcanzar la frontera norte.
Y es por esto que recibe el nombre de "El tren de la muerte", "El devoramigrantes", y es que no sólo se arriesgan a que les asalten los policías y los repatrien, sino que los narcotraficantes y las mafias los atacan, los roban, los matan.
En este viaje se pasan por zonas muy violentas de México, como por ejemplo es el territorio de los Zetas, que son los que se dedican a subir a Internet vídeos decapitando a sus víctimas. Son los autores de la masacre de San Fernando, donde asesinaron después de secuestrarlos a 72 emigrantes ilegales como los que se suben a este convoy. ¿Y por qué? Porque estos narcotraficantes les dieron a elegir entre ser sus sicarios o la muerte. Valiente decisión que les costó la vida.
Estas personas dan instrucciones, conocen el peligro, saben que si el tren se para de repente, hay que saltar del vagón y correr hacia el bosque si quieren sobrevivir, saben que si el tren se mueve bruscamente, hay que agarrarse a cualquier manivela, tuerca o lo que se tenga más a mano. Saltar o caerse es equivalente a morir. Muchos incluso han muerto por quedarse dormidos. No pueden asomarse a los laterales ya que cualquier rama puede tirarte abajo.
No suelen llevar documentación para que no los repatrien, así que muchos caen, mueren y son enterrados en fosas comunes.
Las mujeres son las más vulnerables a las violaciones, incluso dicen que 7 de cada 10 mujeres emigrantes que pasan por México son violadas en algún punto del recorrido. Lo más dramático de esto es que ellas saben que lo más probable es que tengan que pagar ese precio, y lo asumen, de hecho, se inyectan antes de subirse al tren un anticonceptivo que impide la ovulación durante tres meses para evitar quedarse embarazadas.
La fiscalía mexicana dice que las ganancias de los secuestros y extorsiones pueden llegar a los 50 millones de euros anuales.
Se pierde la vida y la dignidad
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